Errores que solemos cometer al planificar la iluminación de la casa

En una vivienda, la iluminación debe ocupar un lugar importante en la decoración. A continuación os ofrecemos algunos de los errores más habituales y el modo de solventarlos.

Una luz blanca y potente en el salón

Con esta práctica se ve todo a la perfección, de manera muy clara, pero a cambio el resultado es un ambiente frío y distante, como si se tratara de un hospital. La solución para evitar esto es adaptarla temperatura de luz a cada actividad, colocando distintas luminarias a diferentes alturas, consiguiendo así espacios más cálidos y acogedores.

Olvidar los usos de una habitación

Un segundo error común en la iluminación de la casa es pasar por alto los usos de cada habitación. Las estancias de la vivienda requieren cada una de ellas una iluminación diferente, pues no es lo mismo un espacio de encuentro y reunión como el salón o un despacho, que el baño o el dormitorio.

No tener luces auxiliares

La luz general acaba con la oscuridad, ilumina los espacios, pero no crea ambientes, y no es específica. Un único punto de luz genera además muchas sombras que impiden una buena ubicación. No hay que abandonar las luces auxiliares, los focos de luz dirigidos.

Las lámparas XL, no rendirse a ellas

Las lámparas de grandes dimensiones tienen mucho encanto y son muy decorativas, levantan cualquier ambiente, pero pueden generar cierto desequilibrio. Antes de optar por una de ellas conviene reflexionar seriamente sobre su idoneidad y pensar en las proporciones y la habitabilidad de los espacios.

Luz natural, imprescindible

El sol es el mayor proyecto lumínico. Por razones estéticas, de ánimo y de gasto, potenciar la iluminación natural es lo más aconsejable en cualquier vivienda, lo que identifica como uno de los errores de iluminación de la casa pasar esto por alto.

Tener poca luz, fría y blanca en el dormitorio

El dormitorio es el espacio que más calidez necesita, pues es el lugar de descanso y relajación por antonomasia. Disponer de luz blanca en esta estancia es un error, como también lo es pensar que lo mejor es dejar la habitación en penumbra, casi a oscuras.

La misma iluminación en todas las estancias

Ya lo hemos dejado caer, cada habitación requiere su propia cantidad de luz, en función del uso que se hace de ellas. Con una buena planificación se puede ahorrar en la factura eléctrica y conseguir una iluminación más adecuada en cada espacio.

La iluminación justa, ni mucho ni poco

Tan contraproducente es entrar en una vivienda sobre iluminada que hacerlo en una que se encuentra en penumbra. No se trata de colocar más luminarias, sino colocar las justas y en lugares adecuadas. Una buena iluminación general y focos de luz dirigidos o específicos en áreas concretas de la vivienda.

Las sombras problemáticas

Las luminarias deben ser colocadas en lugares que garanticen homogeneidad en la luz, para evitar el abuso de sombras. Un error muy común en la iluminación de la casa es el de colocar luminarias sin ton ni son, pensando que su función es más decorativa que funcional.

Controlar la cantidad y la intensidad

Los reguladores de intensidad son buenos aliados para disfrutar de la iluminación adecuada en cada estancia y ante cada situación. Si se instalan estos dispositivos, hay que sacar partido de ellos.

Olvidarse de los puntos de luz

Este error sale a la luz cuando hay que reformar la vivienda, y consiste en no tener en cuenta todos los puntos de luz, o instalar en lugares desaconsejables los interruptores, para poder apagar las luces de manera cómoda.

Iluminar el dormitorio con una lámpara de techo

La última propuesta para evitar errores en la iluminación de la casa es instalar distintos puntos de luz que permiten leer, consultar el teléfono y apagar y encender luces sin necesidad de molestar a la pareja.

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