El mantenimiento en instalaciones eléctricas es crucial para la seguridad y eficiencia energética en cualquier hogar o establecimiento. Casi el 40% de los incendios domésticos son causados por fallos o falta de mantenimiento en estas instalaciones. Además, se ha identificado que alrededor del 62% de los incendios se originan en fallas en interruptores y otros componentes del circuito eléctrico.
Realizar una inspección periódica es vital para prevenir riesgos eléctricos y asegurar el correcto funcionamiento de equipos y sistemas eléctricos. Este mantenimiento no solo es aplicable en viviendas, sino también en lugares públicos, e incluye equipos como aires acondicionados, calentadores de agua, electrodomésticos y sistemas de iluminación.
Existen diferentes tipos de mantenimientos en instalaciones eléctricas. El mantenimiento preventivo consiste en inspecciones rutinarias para detectar fallas potenciales, como verificar corrientes (alterna o continua) y comprobar el funcionamiento de disyuntores o interruptores. Por otro lado, el mantenimiento correctivo actúa frente a problemas ya diagnosticados, reemplazando o reparando las piezas dañadas. Adicionalmente, el mantenimiento rutinario incluye tareas como limpieza, lubricación y toma de datos para verificar el buen estado de los equipos.
Es importante realizar estas reparaciones eléctricas con antelación, no solo cuando surgen problemas. Entre las principales funciones del mantenimiento de conexiones eléctricas se encuentran la prevención de accidentes, como incendios, la conservación de los bienes, la reducción de la gravedad de las fallas y la disminución de gastos a largo plazo.
Para detectar fallas en las conexiones eléctricas, hay varias señales de alerta: bajas continuas en la energía, chispas entre cables o tomacorrientes, y fusibles o interruptores que se accionan frecuentemente. Ante estos indicios, es recomendable contactar a un profesional.
En conclusión, el mantenimiento en instalaciones eléctricas no solo es una medida de seguridad, sino también una práctica que prolonga la vida útil de los aparatos y reduce costos a largo plazo. Ante cualquier duda o sospecha de problemas eléctricos, la intervención de un electricista capacitado es esencial para garantizar un uso óptimo de la energía eléctrica y prevenir daños mayores.